Multitudinaria fue la despedida a Morelia en su Parroquia. La cantidad de sacerdotes concelebrando, reflejaba una fiesta de aquellas que pocas veces podemos contemplar... era la despedida de una misionera de tiempo completo, de una "santa de hoy".
Algunos apartes de la homilía:
La Eucaristía fue presidida por el Párroco de San Javier, barrio de Medellín, donde vivía Morelia desde hacía 36 años, y en la que servía como catequista, ministro de la Eucaristía y sobre todo, Líder en la comunidad; concelebraron 20 sacerdotes amigos y dirigidos por Morelia, el C.M.S. también se hizo presente y un número considerable de Carmelitas Misioneras.
En la homilía el Padre destacó en Morelia su espiritualidad, su sentido eclesial y sobre todo su amor y respeto a los Sacerdotes: su capacidad de escucha, de ayuda, de orientación; expresó claramente que era la directora espiritual de aquellos sacerdotes y religiosas que iban a su casa, “otra Betania”, en busca de ayuda, de apoyo, de un consejo oportuno; todos compartían con ellas su situación y siempre encontraban la palabra acertada, el estímulo, el impulso en su vocación y ministerio. Los acompañaba con gran sentido fraterno y los acogía en su casa o en su finca, en Santa Fe de Antioquia, donde se respira la espiritualidad, la paz, la armonía, la fe; en una palabra, habló de su santidad y terminó diciendo “Aquí está una santa”.
